El inicio de una larga amistad

Como reconocí recientemente al hablar de mis inicios como jugador en la etapa 8 bits, no tuve relación contemporánea alguna con sistemas como NES y Master System. Mis primeros escarceos con las videoconsolas se produjeron con una Megadrive y con títulos de la talla de Golden Axe, Streets of Rage y Altered Beast. Pese a su enorme calidad, ninguno de ellos me hizo decantarme por la compra de la consola de Sega. Cuando mi compañero de juegos decidió "cambiar de acera" y pasarse a la competencia con la flamante Super Nintendo, se encendieron todas mis alarmas internas. Street Fighter II sí que merecía el desembolso de una consola con un pack de dos juegos (el otro era un por aquel entonces desconocido Super Mario World -indudablemente hablo a nivel personal-) y un televisor de 17" con la increíble función Teletexto.

Mediante el presente artículo no quiero ni de lejos rendir tributo a Super Nintendo, aún a día de hoy y de forma totalmente subjetiva, la consola a la que más cariño tengo por su increíble catálogo. Simplemente quiero arrancar con esta entradilla nostálgica una serie de artículos que irán recorriendo de forma individual los juegos que compartí con este excelente sistema y que me han definido completamente como jugador.

Títulos como The Legend of Zelda: A link to the past, Super Metroid, Super Mario Kart, la trilogía Donkey Kong Country, la serie Mortal Kombat, el fantástico Killer Instinct de Rare, los Dragon Ball Z: Butoden, las diferentes versiones de Street Fighter II, cartuchos como Starwing, Super Tennis, F-Zero, el mencionado Super Mario World y su fantástica secuela: Yoshi's Island, Stunt Race FX, Illusion of Time, Secret of Mana, International SuperStar Soccer Deluxe, Super Castlevania, Parodius y Super Mario AllStars (que fue mi primera toma de contacto con Super Mario Bros. 3) serán algunos de los juegos que iré cubriendo, aunque la lista completa sería prácticamente interminable.

Mi primer contacto con Nintendo, mi primera videoconsola, mi primera vez con Samus, Link, Zelda, Mario, Luigi, Bowser, Yoshi y demás estrellas del universo nintendero. Recomiendo a todo aquel jugador con un pasado dilatado que se remonte a sus inicios o a lo que considere la etapa dorada para disfrutar de clásicos con mayúsculas y de diversión en estado puro, sin importar el número de polígonos, la cantidad de efectos y los molestos juegos por fascículos.